miércoles, 17 de agosto de 2011

Un viaje a la isla aislada

Empezaban las vacaciones de verano, mis amigas de la prepa y yo habíamos organizado un viaje en un crucero por el Caribe,  estábamos tan emocionadas que no podíamos esperar más ese gran día. Cuando llegamos al crucero fue algo increíble, es como si estuvieras en una ciudad flotante, sus  cines, sus albercas, sus restaurantes, casinos y  sus grandes salones de baile. En la primera noche todas nos arreglábamos para asistir a El Gran Salón, donde se ofrecería una cena-baile para todas las personas, ahí todos elegantemente vestidos disfrutábamos de la rica cena y de la buena música, cuando de repente de acerca un guapo joven y me invita a bailar, en un principio me quede sorprendida, pero finalmente acepte. El no dejaba de mirarme, parecía como si tratara de grabar mi imagen en su mente, yo nada mas trataba de esquivar su mirada, pero también lograba atarme.
Finalizó la velada, y como todo un caballero me acompaño hasta mi camarote, en el camino nos detuvimos a observar la hermosa luna que iluminaba la noche, yo tenia mi mirada puesta en la luna cuando de pronto el me da un beso; me quede paralizada. Llegando al camarote ya estaban todas mis amigas, platicando de la estupenda noche, nos acostamos hasta tarde esa vez. Cuando ya todas dormían yo me levante por la fuerte lluvia que estaba cayendo, salí a fumar un cigarrillo al pasillo, cuando de pronto se acerca un hombre y me tumba al mar, ¡Auxilio! , ¡Auxilio! grité, pero nadie me escuchó, así nade como pude entre la fuerte lluvia y el miedo de estar en medio de la nada… las olas me arrastraron hasta una isla, aun no amanecía, veía todo obscuro, esa noche no pude dormir del susto que tenia, de los ruidos extraños que escuchaba, de todo.
Al día siguiente me puse a explorar la isla, no se encontraba nadie mas que yo,  mas que arena, y muchísimas palmas, y el mar rodeándola, no sabia que hacer… busque algo de alimento, apenas encontré un fruto de unos árboles que ahí se encontraban, empecé a buscar hojas grandes, algo de madera o cualquier cosa que fuera de utilidad para empezar a hacer alguna tienda, para protegerme del frio antes de  caer la noche. No había señales de vida, solamente me encontraba yo, mi ropa ya estaba rompiéndose, encontré una pequeña cascada para ahí tomar agua dulce, en el mar me bañaba, recolecte todo lo que fuera de utilidad, algunos frutos, cuidando de que no fueran venenosos, palos de madera, hojas, piedras, todo.
No sabia si con el paso de los días alguien iba a llegar a salvarme, mientras tanto yo trataba de sobrevivir en esa isla aislada, aun me pregunto que por que me sucedió esto a mi; solo una cosa tenia muy presente, ser paciente para que alguien llegue a salvarme o simplemente morir. Ninguna persona puede estar aislada, por que el ser humano no sobrevive a eso, todos necesitamos relacionarlos, solo espero poder salir de aquí.

1 comentario:

  1. Waoh! buenísimo tu texto, me gusto demasiado, te inspiraste mucho es muy extenso a comparación de otros como el mio jeje. Y pues no tengo mas que decir solo eso. Todo Excelente para mi.

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